Reflexión Cuaresmal

Nuestros hermanos encargados del área de Cultos y Formación nos han hecho llegar este breve documento, a modo de reflexión, mediante el que nos invitan a todos a la Celebración de la Cuaresma con responsabilidad. Dice así:

Estimados Hermanos:

El próximo miércoles, comienza la Cuaresma. La Cuaresma es ese tiempo litúrgico que se abre el Miércoles de Ceniza, y aunque si nos ceñimos al número de días de su duración, cuarenta días, finalizaría pues el Domingo de Ramos, aunque desde un punto de vista más litúrgico, finaliza con la Cena del Jueves Santo.

Durante este tiempo litúrgico, los fieles católicos estamos llamados a la conversión, la meditación, el retiro, la reflexión y como acto de amor muy concreto a Dios, a la penitencia.

El punto de partida de la Cuaresma está en el Miércoles de Ceniza. Este es un día de ayuno y abstinencia para los católicos y en el que además recibimos, en la Eucaristía del día, la imposición de las Cenizas. Estas Cenizas provienen de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior y son bendecidas y colocadas en la frente de los fieles en forma de Cruz, como signo penitencial y de conversión durante toda la Cuaresma, mediante la expresión que pronuncia el sacerdote “conviértete y cree en el evangelio”.

Durante la Cuaresma, al ser como hemos dicho antes, un tiempo de recogida espiritual y sobre todo de penitencia, en la Eucaristía no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el Jueves Santo), ni tampoco”el Aleluya”antes de la Palabra de Dios en el Evangelio, eliminando así momentos que reflejan un cierto carácter alegre, que contrastarían con un momento penitencial. Además durante este tiempo litúrgico, veremos a los sacerdotes con hábito morado, tono que distingue a la penitencia y al dolor.

Un año más, Dios nos cita para empezar a vivir este tiempo litúrgico y tan especial para los cofrades y Hermanos de esta Hermandad con los Cultos al Santísimo Cristo del Amor. Aprovechemos estos Cultos para, tal y como lo dicen nuestras Reglas, dar culto publico a Dios, pero al mismo tiempo para reforzar nuestra relación interna con El, porque en la medida en que nuestra relación sea más intensa, será puente de enlace con el Hermano más cercano, y, no nos quepa la menor duda, que el Señor del Amor estará en medio nuestro porque “… donde dos o más estén reunidos en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellos…”.
Un fuerte abrazo y buena Cuaresma a todos.

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