Esplendor del Viernes de Dolores


No cabe mejor definición para referirnos a la jornada que vivimos el Viernes de Dolores, culminada con la dignísima y brillante Función Solemne a Ntra. Sra. de los Dolores.
Desde las 12 del mediodia, cuando rezamos el Ángelus a los pies de Nuestra Madre, hasta las 8 de la tarde fueron numerosísimas las visitas a la Virgen; momentos entrañables cuando se acercaban a besar Su Mano mujeres de avanzada edad, inefables año tras año, que necesitaban ayuda para subir hasta los pies de la Dolorosa. También habría que decir que las felicitaciones a Nuestra Señora comenzaron la noche de vísperas, nada más sonar las 12 de la noche en el reloj del Ayuntamiento. Entre los presentes pudimos contar con nuestro hermano el Padre Isacio Siguero, regresado de Roma donde continúa sus estudios, y que ya antes había concelebrado con D. Francisco Suárez la última noche del Septenario.
La Función a Nuestra Madre Dolorosa no pudo alcanzar mayor solemnidad. El Rvdo. Padre D. Manuel Campillo acompañó esa noche a nuestro Párroco D. Francisco. Numerosísimos hermanos de todas las edades participaron en una inacabable Protestación de fe católica. Las interpretaciones musicales del Coro de la Hermandad rayaron la perfección; se pidió por todas las Estaciones de Penitencia de las Hermandades de El Viso, por los costaleros y penitentes, por nuestros difuntos y especialmente por el alma de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares y gran luchadora por la unidad de los cristianos.
Finalmente y tras el Besamanos tradicional a Nuestra Señora, se procedió al traslado del paso de palio de la Virgen de los Dolores al templom parroquial, instalándolo, no sin dificultades, en el sitio que se nos ha asignado. Y para despedir la jornada, numerosos hermanos mantuvimos un agradable rato de convivencia en nuestra Casa-Hermandad. Lo dicho: esplendor del Viernes de Dolores.

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