“EL SEÑOR HA ESTADO GRANDE CON NOSOTROS Y, ESTAMOS ALEGRES”

 


 

Con este salmo, podríamos resumir el transcurrir de estas últimas dos semanas en nuestra Hermandad, y es que era imposible imaginar mejor dicha para nuestra corporación en el año de su I Centenario, viendo los acontecimientos sucedidos.

 


El día 4 de abril comenzaba un Septenario ilusionante, con modificaciones de buen gusto del altar a nuestra Señora y al que acudieron a predicar distintos sacerdotes visueños o el anterior párroco, D. Francisco Suárez, con el fin de fortalecer aún más los vínculos de nuestra Hermandad con la comunidad cristiana de nuestro pueblo. Sirvan estas líneas como agradecimiento a todos ellos. Al finalizar los cultos, en nuestra Casa Hermandad se respiraba un ambiente de entusiasmo y alegría que tuvo su punto álgido con una cata de jamón, el sábado de Septenario, día en el que además nuestra Hermandad y todo el pueblo de El Viso pudo admirar el nuevo Manto de las Palomas que nuestra Bendita Madre ha lucido ya en Semana Santa y que fue bendecido el pasado Jueves Santo. Una joya para nuestra amada Titular que no ha dejado indiferente a nadie en las tertulias cofrades visueñas y que ha cumplido sin dudas con las altas expectativas depositadas en el proceso.

Continuando con el idilio vivido en este Septenario, el lunes se entregaron las medallas a un total de 25 nuevos hermanos que desbordaban ilusión en su unión con la Hermandad en este año de su Centenario.

 

Ya el miércoles de Septenario tuvo lugar, tras dos años de interrupción por la pandemia, la solemne subida a su paso del Santísimo Cristo del Amor, que transcurrió con la sobriedad y elegancia que la Junta de Gobierno había diseñado desde priostía y como, sin duda, nuestro Señor merece.



Así llegamos al día grande de nuestra Hermandad y uno de los más señalados en la vida parroquial de nuestro pueblo, el Viernes de Dolores. La jornada comenzaba con la reestructuración del altar de la Virgen para su veneración y función y la posterior Salve ante Nuestra Señora a medianoche, un acto que cada año recoge a más fieles debido al intimismo y emoción que se despren


de en el mismo. Ya en horario matutino, y tras un concurrido Ángelus delante de la Virgen, los jóvenes disfrutaron de un estupendo ágape en nuestra Casa Hermandad, con el que sin duda se fomentó el sentimiento de pertenencia y el amor a nuestros Titulares entre quienes comandarán el futuro de nuestra Hermandad. A las 21:00 tuvo lugar la Solemne Función, en la que ocupó la sagrada cátedra nuestro director espiritual D. José Ángel Martín y que estuvo marcada por la vuelta de la protestación de fe de nuestros hermanos y, cómo no, por el sentido y merecido homenaje a nuestra querida hermana Dña. Alcora Guerrero, nombrada recientemente Camarera Honoraria de Nuestra Señora de los Dolores y que recibió una calurosa y distendida ovación en la parroquia.

 





Tras la celebración de la Función Principal de Instituto, un gran número de hermanos acudieron al Salón Jacaranda a celebrar el tradicional ágape del Viernes de Dolores. Allí la velada fue excepcional y sin duda debemos mostrar nuestra gratitud con los trabajadores de dicho salón que prepararon con esmero una deliciosa comida.

Finalizados los cultos a Nuestra Señora de los Dolores, comenzamos la Semana Santa visitando a todas las Hermandades el día de su estación de penitencia y preparamos la nuestra, con la preparación del exorno floral de nuestros pasos el Jueves Santo, en una jornada más que intensa.

Así, llegamos al Viernes Santo. Un Viernes Santo, sencillamente espectacular, sin necesidad de mirar las inclemencias del tiempo ni ningún otro inconveniente. Un Viernes Santo en el que se estrenaron tanto el nuevo manto como los respiraderos del paso de Nuestra Señora. Un Viernes Santo en el que todos nuestros hermanos participaron de forma ejemplar en la estación de penitencia y donde nuestros amantísimos Titulares procesionaron de forma excelsa por las calles de nuestro pueblo, dejando imágenes para el recuerdo y terminando la procesión el 16 de abril, día en el que 100 años antes quedó fundada nuestra Hermandad. Sirvan también estas líneas para agradecer a todos los participantes de la estación de penitencia su compromiso, su lealtad para con la Hermandad y su buen hacer.








Para culminar estas dos semanas, ayer celebramos la Pascua de la Resurrección con el tradicional almuerzo de Hermandad al que invitamos a todos los hermanos y participantes de la estación de penitencia. Una jornada, tras dos años de espera, magnífica y con un ambiente inmejorable, marcada por las risas, la emoción y una rifa que genera gran expectación en nuestros hermanos año tras año. Nuevamente tenemos que agradecer a la comisión encargada de organizar este almuerzo su esfuerzo y dedicación.

 

 

Con todo esto, terminamos agradeciendo al Señor y a la Virgen por bendecirnos de esta manera en todo lo celebrado hasta el momento de este nuestro I Centenario, y rogamos para que continúe este estado de gracia en el que nos vemos inmersos que no denota otra cosa más que la salud de todas y cada una de las áreas de nuestra Hermandad.

 

¡VIVA LA HERMANDAD DE LOS DOLORES!

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