Viernes de Dolores: culminación del Septenario de Amor

Hoy vivimos un nuevo Viernes de Dolores, antesala de la Semana Santa y fiesta grande de nuestra Hermandad. Es el día de la Hermandad, el día que más disfrutamos de la Virgen, cercana como nunca en su Altar preparado para el Besamanos, mientras que el Señor del Amor se muestra portentoso sobre su paso procesional. Esta madrugada, un numeroso grupo de hermanos felicitó a la Virgen con el cántico de la Salve y besó sus dulces manos, acción repetida esta mañana a la hora del Angelus, y que continuará a lo largo de la tarde hasta culminar en la Función principal que congragará a cientos de dolorosos ante nuestros Sagrados Titulares.
Pero este año no ha sido un Viernes de Dolores más, hoy culmina la obra de Caridad que la Hermandad había previsto para esta Cuaresma: el "Septenario de Amor", consistente en un ahorro en gastos de flores para los altares de culto y en la captación, a través de nuestro cuerpo social, de alimentos no perecederos con los que poder ayudar a un puñado de familias de nuestro pueblo necesitadas de recursos. De esta forma damos cuerpo en esta Cuaresma a los tres principios básicos de la Hermandad: 
  • el culto a Dios, mediante los cultos cuaresmales que en su día iniciábamos el mismo Miercoles de ceniza con el Triduo al Cristo del Amor y que ahora culminamos con la Función en honor de Ntra Sra de los Dolores.
  •  la formación de nuestros hermanos, a través de la concurrida participación en los cultos, la edición de nuestro Boletín y de unas hojillas formativas para acompañar y meditar la oración que se han ido distribuyendo cada noche de los cultos. Además, se ha colaborado con la Parroquia llevando la organización de la catequesis de Primera Comunión.
  • la caridad, a través de la campaña de ayuda a las familias que hemos llamado Septenario de Amor.
Por todo ello, debemos estar felices y orgullosos y celebrar el Viernes de Dolores con la alegría propia del cristiano.

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