15 de septiembre: Festividad de Nuestra Señora de los Dolores


El próximo jueves la Iglesia, y con ella nuestra Hermandad, celebra la Festividad de Ntra. Sra. de los Dolores. Por todo ello, convocamos a todos nuestros hermanos a la celebración de la Eucaristía en honor de Nuestra Señora de los Dolores el próximo jueves 15 de septiembre a las 21:00 en la Iglesia parroquial.

Para explicar el porqué de esta celebración, hagamos un poco de historia. Por dos veces durante el año, la Iglesia conmemora los Dolores de la Santísima Virgen: en la Semana de la Pasión y también ahora, en el 15 de septiembre.
La primera de estas conmemoraciones es la más antigua, puesto que se instituyó en Colonia y en otras partes de Europa en el siglo XV y cuando la festividad se extendió por toda la Iglesia, en 1727, con el nombre de los Siete Dolores, se mantuvo la referencia original de la Misa y del oficio de la Crucifixión del Señor.

En la Edad Media había una devoción popular por los cinco gozos de la Virgen Madre, y por la misma época se complementó esa devoción con otra fiesta en honor a sus cinco dolores durante la Pasión. Más adelante, las penas de la Virgen María aumentaron a siete, y no sólo comprendieron su marcha hacia el Calvario, sino su vida entera. A los frailes servitas, que desde su fundación tuvieron particular devoción por los sufrimientos de María, se les autorizó para que celebraran una festividad en memoria de los Siete Dolores, el tercer domingo de setiembre de todos los años, fiesta que PIO VII extendió a toda la cristiandad en 1814

Entre las renovaciones litúrgicas promovidas por el Concilio Vaticano II, se estableció que se suspendieran las festividades duplicadas a lo largo del año. Como la festividad de la Virgen de los Dolores hasta entonces se celebraba 8 días antes del viernes Santo y el 15 de septiembre, se suspendió el Viernes de Dolor y quedo el 15 de septiembre como única fecha de conmemoración, aunque en muchos sitios, como es nuestro caso, el Viernes de Dolores guarda todo su carácter festivo y devocional.



Esta es la razón de la celebración de esta festividad en pleno mes de septiembre, junto con las celebraciones gloriosas de Nuestra Señora tan propias y abundantes en estos días en nuestro pueblo, al igual que en otros muchos. Y es que en la Virgen María es muy difícil separar o poder entender su gloria sin sentir su pena, como en su día nos cantara nuestro hermano Juan Guillermo en unos versos profundamente marianos centrados en las advocaciones visueñas del Alcor y los Dolores:


¡María primer sagrario,
en la gloria y en la pena!

En un Alcor y en la vega,
por tu mirada de ángel
y por tus labios de seda,
te nombro dulce Patrona
emperatriz de la belleza.

Y si más amor me queda
hoy proclamo que reinará,
soberana de pureza,
la Virgen de los Dolores
en los cielos y en la tierra.

¡María primer sagrario,
Casa de Oro eterna,
de Alcores en tu gloria
y Dolores en tu pena!


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