Corpus Christi en El Viso del Alcor



La festividad del Corpus Christi, que se abrió con malos presagios meteorológicos, terminó convirtiéndose en una hermosa jornada culminada por la magnífica procesión de la tarde del domingo con el Cuerpo de Cristo honrado y adorado por cientos de visueños que en todo momento rodearon al paso del Señor en su Custodia.
La procesión prevista para la mañana tuvo que suspenderse porque la lluvia, que había descargado suave pero tenazmente sobre las calles visueñas desde el amanecer, permanecía amenazante sobre los alcores.
Por todo ello se decidió postergar la procesión Eucarística para la tarde del domingo. Antes de proseguir creemos que es obligado mostrar nuestro mayor agradecimiento a los sacerdotes de nuestra Parroquia por sus ánimos y facilidades en todo momento; al señor Alcalde y al Excmo. Ayuntamiento por su solvencia y buena disposición al tener que improvisar eficazmente todo la batería de servicios que la ocasión requería; y, finalmente, a las Hermandades, asociaciones y agrupaciones de nuestra parroquia que supieron adaptarse a las necesidades del cambio horario sin objeción alguna. Mención especial para el grupo de fieles que en todo momento acompañó con sus cánticos y oraciones al Santísimo Sacramento en su custodia, logrando que no se echara de menos la música de la Banda de las Cigarreras que tenía que haber desfilado tras el Santísimo.
La tarde acompañó, y la presencia real de Dios en nuestras calles fue dignificada con los estrenos que lució su Custodia procesional: el magnífico baquetón en plata de ley y la nueva parihuela de madera. El paso del Niño Jesús, magníficamente portado por la cuadrilla de niños costaleros, procesionó también espléndido con su nueva fisonomía, realzada por la peana en madera policromada y marmoleada y las nuevas caídas, ejecutando ya ampliamente el proyecto diseñado por N/H Ricardo Jiménez Ruiz.
No fueron pocas las personas mayores que recordaron, melancólicamente, las antiguas procesiones del Corpus Christi en la tarde del jueves que reluce más que el sol, cuando la gente de las huertas y de los caseríos se reunía en El Viso, luciendo sus mejores galas, para acompañar la presencia de Dios al paso de su custodia y elevar al cielo de los Alcores la oración tradicional: ¡¡SEA POR SIEMPRE BENDITO Y ALABADO EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR!!

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